Flora Joutard Band nació el 9 de febrero de 1886 en Santiago de Chile, como hija menor de Salomon Joutard y Hélène Band. Fue una pianista y compositora reconocida internacionalmente, quien se destacó desde muy temprana edad en la música. Ingresó al Conservatorio Nacional de Música y Declamación junto a su hermana Paula (Paulina) Joutard en 1894, y estudió piano bajo la tutela del profesor Alberto Schröder. Participó dando conciertos a familias aristócratas tanto en solitario como junto a su hermana, demostrando mucho talento, lo cual las llevó a ser becadas por el Estado de Chile en 1899, para continuar y complementar sus estudios en el Conservatorio Stern de Berlín, Alemania, convirtiéndose así en las primeras mujeres chilenas en obtener dicha distinción.
Junto a Paula, Flora brindó conciertos por Chile y luego por Europa, lo que de acuerdo a la prensa de la época la llevó a destacar sobre su hermana mayor en cuanto al dominio técnico en sus interpretaciones y a su creatividad compositiva. Durante su formación dentro del conservatorio, Flora tuvo de profesor de piano a Anton Förster los primeros años y concluyó con Ernst Jedliczka en el último. Además, estudió composición junto a Max Loewengard y violín con Gustav Hollaender. Al finalizar sus estudios en el Conservatorio Stern el 23 de junio de 1904, fue galardonada con el primer premio en composición y el primer premio en interpretación mención piano, gracias a su Concierto para piano y orquesta. Posteriormente, entre 1905 y 1907 continuó sus estudios de manera particular con Raoul Pugno y Charles-Marie Widor en París, ampliando así su conocimiento y bagaje musical.
Flora realizó varias giras por Alemania, Bélgica, Francia, Hungría, Polonia y Ucrania dando conciertos en solitario o de acompañante de algún solista famoso, en los cuales de acuerdo con las fuentes disponibles siempre terminó robándose las miradas y los aplausos por su belleza, sencillez, simpatía y virtuosismo. En sus programas normalmente incluía algunas de sus propias composiciones como Suite pour Piano, Op. 2, Capriccio, Op. 3, Lamento, Op. 4, La Chasse aux Papillons, Op. 5 o Tourbillon, Op. 6 por nombrar algunas. También formaban parte de su repertorio recurrente obras tales como fugas y preludios de J. S. Bach, diversas sonatas de L. v. Beethoven, variadas piezas de F. Liszt, F. Chopin, C. Franck, M. Reger y la desafiante Islamey de M. Balakirev, entre muchas otras.
Flora contrajo matrimonio en París el 2 de julio de 1910 con Salomon Marix Loevensohn, un destacado cellista belga, con quien tuvo una hija llamada Lélia-Claire. Junto a su esposo crearon una empresa llamada Conciertos Loevensohn el 12 de octubre de 1911, dedicada a interpretar música de cámara, enfocando sus programas en obras de compositores jóvenes. Estos conciertos eran de entrada gratuita y se continuaron realizando incluso posterior a la muerte de Flora, quien falleció por causas desconocidas el 26 de marzo de 1912 en Charlottenburg, actualmente distrito de la capital alemana de Berlín.
Si bien falleció muy joven —a la corta edad de 26 años—, uno podría pensar con mucho pesar que le habría esperado un futuro prominente y de grandes éxitos, pero, aun así, su presente fue avasallador y se posicionó como una de las chilenas más relevantes en el mundo musical de su tiempo.
Hoy en día, Flora es una personalidad musical chilena desconocida, olvidada por el paso del tiempo, mencionada tímidamente en algunos escritos de hace muchas décadas atrás casi tan olvidados como ella; una figura con la que existe una deuda patrimonial pendiente. Actualmente, la "Agrupación Flora Joutard por el rescate y revalorización de personalidades musicales chilenas", creada en enero de 2023 y conformada por Mauricio Espinoza-Huisca, Catalina Guerra, Felipe Ponce, Verónica Quezada y Francisca Vera, se ha propuesto rescatar su legado, esperando recuperar el lugar que merece entre nuestras grandes mujeres, pioneras en el mundo de la música nacional y del mundo.