René Covarrubias nació en Santiago de Chile en 1935. Si bien su formación profesional fue como médico veterinario y desarrolló una amplia trayectoria académica en el ámbito de la ecología animal y entomología, en paralelo, desde joven se interesó por la música y comenzó a estudiar de forma privada. Ha sido un ferviente admirador de la música de J. S. Bach, W. A. Mozart y L. v. Beethoven, así como de los grandes compositores alemanes, italianos y rusos, hasta I. Stravinsky, uno de sus favoritos. Su relación con la música ha sido constante, tanto en su faceta como flautista de música antigua como en sus posteriores incursiones en el piano.
Antes de la llegada de la flautista dulce y bailarina griega Mirka Stratigopoulou a Chile en 1951, la flauta dulce era un instrumento musical casi desconocido en el ámbito de la interpretación con criterios históricos y había sido usado principalmente para la educación musical por colonos alemanes en el sur del país. No fue sino hasta la Reforma Educacional de 1965 que el instrumento comenzó a ser integrado masivamente al currículo escolar y a la formación de profesores, especialmente a principios de los años 1970s. En este contexto, la labor pionera de René Covarrubias fue fundamental, pues se le considera uno de los primeros músicos chilenos que pone en valor el legado histórico, artístico y cultural que la flauta dulce lleva consigo.
En 1954, Covarrubias se unió al núcleo original del Conjunto de Instrumentos Antiguos, lo que le permitió entrar en contacto directo con figuras clave en el desarrollo de la música antigua en Chile, como Rolf Alexander, Kurt Rottman, Mirka Stratigopoulou y Juana Subercaseaux. Si bien la formación de Covarrubias en la flauta dulce fue autodidacta, en este círculo musical recibió la asesoría constante de Alexander y Stratigopoulou.
En 1960, se integró al Conjunto de Música Antigua UC, bajo la dirección de la maestra Sylvia Soublette. Este hecho marcó un punto de inflexión hacia su profesionalización musical. Con el Conjunto realizó una intensa actividad artística que incluyó conciertos, giras nacionales e internacionales. En 1963, junto al Conjunto de Música Antigua UC realizó una exitosa gira a Perú que incluyó tres conciertos, presentándose en la reconocida Sala Alzedo de Lima. Ese mismo año, el Conjunto viajó a Estados Unidos para participar en la inauguración del festival “Imagen de Chile”, en el marco del Plan Alianza para el Progreso, promovido por el presidente J. F. Kennedy. El Conjunto de Música Antigua ofreció aplaudidos conciertos en el West Auditorium del Departamento de Estado ante ministros, senadores, diplomáticos, músicos y críticos musicales. También se presentó en la Catedral de Washington, en el Auditorio de la Universidad de Maryland y en el patio cubierto de la National Gallery of Art, entre otros importantes escenarios de Nueva York y California.
Con el Conjunto de Música Antigua, Covarrubias tuvo la oportunidad de interpretar un vasto y variado repertorio, especialmente obras vocales e instrumentales, suites de danzas renacentistas y composiciones barrocas de renombrados compositores europeos. Junto a Mirka Stratigopoulou destacó en la interpretación de canzonas de Giovanni Gabrieli y Girolamo Frescobaldi, así como en tríos sonatas de compositores barrocos como G. F. Telemann, G. B. Sammartini, J. S. Bach y G. F. Haendel. Como solista, fue pionero en la interpretación en Chile del célebre Concierto Brandenburgués N° 4 de Bach, obra que interpretó en varias ocasiones entre 1962 a 1965 junto a Stratigopoulou y a la Orquesta de Cámara UC bajo la dirección de Fernando Rosas. En 1964, también fue solista en el Concierto en Fa mayor para dos flautas de Joseph Haydn, en la Temporada de Música de Cámara de la Universidad de Chile y en la Temporada de Conciertos UC.
Tras especializarse en Europa en ecología animal, René Covarrubias se reincorporó al Conjunto de Música Antigua en 1968, y en marzo de 1970 viajó nuevamente a Estados Unidos con el Conjunto, presentándose con gran éxito en el Alice Tully Hall del Lincoln Center de Nueva York, en la St. Thomas Episcopal Church y en la Graham Chapel de la Universidad de Washington. Permaneció en esta agrupación hasta 1972.
A lo largo de su carrera, Covarrubias participó en numerosos conciertos en Chile, presentándose en los principales escenarios y espacios culturales de la época, como los Institutos Binacionales (Chileno de Cultura Hispánica, Chileno-Británico, Chileno-Alemán de Cultura e Italiano de Cultura), el Salón Filarmónico del Teatro Municipal, el Auditorio de la Biblioteca Nacional, el Teatro Antonio Varas, el Teatro Municipal de Viña del Mar, el Palacio Rioja, y el Aula Magna de la Universidad Federico Santa María, entre otros importantes escenarios en regiones.
A su vez, René Covarrubias participó en las primeras producciones discográficas de música antigua en Chile, con registros que incluyen repertorio medieval, renacentista y barroco. En 1963, durante la gira “Imagen de Chile”, participa en un programa radial producido por Stephen Lieber, director de Música Clásica en la radio WKCR-FM de Nueva York, cuyo registro se conserva en la Colección Sylvia Soublette, en el Archivo Patrimonial de la Universidad Alberto Hurtado. También participó en el disco Canciones de Chile, que incluye arreglos de Jorge Urrutia Blondel de “Tres Trozos del Ritual de la Virgen de La Tirana”, interpretados por el Conjunto de Música Antigua. Otro disco editado por el Conjunto es una producción de 1965 para la RCA Víctor Chilena, grabado en el Aula Magna de la Universidad Técnica Federico Santa María y en el Estudio de Radio Splendid de Santiago. En el lado A del vinilo aparece la Orquesta de Cámara UC, dirigida por Fernando Rosas interpretando una Sinfonía de T. Albinoni y un cuarteto de cuerdas de J. Stamitz. El lado B corresponde a la grabación que realiza el Conjunto de Música Antigua UC, con Intermezzi de C. Malvezzi y E. de Cavalieri recopilados en La Pellegrina y una selección de Scherzi Musicali de Claudio Monteverdi. Covarrubias contribuyó con su ejecución de las flautas dulces en esta grabación. Posteriormente, en 1972, antes de su retiro del Conjunto participó en la grabación de un LP que lamentablemente no fue publicado, con obras del Ars Nova y danzas renacentistas.
Como investigador, su especialidad fueron los ácaros del suelo, de los cuales describió 26 especies chilenas nuevas para la ciencia. También desarrolló estudios científicos sobre los ecosistemas chilenos, temas ecológicos y de educación. Durante su carrera académica presentó sus investigaciones en congresos en Chile, Argentina y Checoslovaquia, Publicó 64 trabajos con resultados de investigaciones en revistas científicas nacionales e internacionales y fue académico de planta de la Universidad de Chile y la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.
Después de una exitosa carrera que fusionó sus dos pasiones: la investigación científica y la música antigua, René Covarrubias comenzó a estudiar piano a los 75 años de edad con la destacada pianista y profesora Erika Vöhringer. Entre sus logros se encuentra la interpretación de las Sonatas de Beethoven “Claro de Luna” y “Appassionata”. A sus 89 años, vive tranquilamente en la zona de Laguna de Aculeo, donde su rutina diaria incluye la lectura y la práctica constante de los preludios del Clavecín bien Temperado de Bach.