El 2 de diciembre de 1954 nace la pianista Cecilia Plaza en Santiago de Chile, siendo la última hija de Eva Matilde Schuller y Víctor Plaza, quienes tuvieron cuatro hijos. Al igual que el resto de su familia, Cecilia siempre estuvo ligada a la música, por lo que le resultó natural comenzar a tocar piano desde muy pequeña. Aproximadamente a los cuatro años comienza a tomar clases particulares de piano con el compositor y profesor Juan Lémann (1928-1998), con quien tuvo sus primeros estudios mediante el juego. Entre los años 1959 y 1971 realiza sus estudios escolares en el Liceo Experimental Manuel de Salas, donde se integra al equipo de voleibol, el cual fue campeón escolar nacional. Al mismo tiempo cursa el ciclo básico de interpretación en piano en el Conservatorio Nacional de la Universidad de Chile entre los años 1962 y 1971 con la profesora Arabella Plaza y más tarde con el destacado pianista y profesor Rudolph Lehmann, con quien desarrolla habilidades técnicas y el rigor de la disciplina, profundizando su amor por la música y estudiando a compositores como J. S. Bach, W. A. Mozart y L. van Beethoven, entre otros.
Aproximadamente en 1970 es invitada a participar en un conjunto musical renacentista, al que se integra tocando la espineta en conjunto con Luis López (laúd) y otros intérpretes. Durante el año 1972 comienza a estudiar el ciclo superior de interpretación en piano con Rudolph Lehmann, quien fallece sorpresivamente en 1975, por lo que continúa sus estudios con el profesor y compositor Carlos Botto, con quien, además de preparar conciertos clásico-románticos, trabaja el periodo moderno a través del repertorio de compositores tales como A. Schoenberg y A. Berg. Además, debido a su pasión y ganas de comprender la música, complementa sus conocimientos con estudios de musicología y composición.
En torno al año 1976, dados sus gustos por la música y el canto popular y como respuesta a la censura de esos años, conforma la agrupación musical Canto Nuevo junto a Dióscoro Rojas, Verónica González, Alberto Almarza, Juan Pablo González, Marcelo Muñoz y Jorge Hermosilla. Este conjunto buscaba una fusión entre la música académica y la popular, creando obras musicales que integraran elementos compositivos complejos con el canto popular de contenido social. Canto Nuevo tenía sus ensayos en el Taller 666, una academia de arte y cultura que tuvo como principal objetivo brindar espacios de encuentro donde desarrollar la creación y la educación. La agrupación se presentó en diferentes espacios, como el Teatro Ictus y el Campus Oriente de la Universidad Católica de Chile, entre otros.
En septiembre de 1977 es contratada por el Ballet Municipal de la Corporación de Santiago como pianista acompañante, cargo al que renuncia en marzo de 1978 para poder dedicarse por completo a la preparación de conciertos y a dar clases particulares. En julio de 1978 ingresa a trabajar en la Facultad de Ciencias y Artes Musicales de la Universidad de Chile como profesora ayudante en el curso de música de cámara del profesor Federico Heinlein y como pianista acompañante en el curso de canto de la profesora Mary Ann Fones. En 1979 la Universidad de Chile le otorga el título de Licenciada en Interpretación Superior mención piano, siendo aprobado con máxima distinción.
Durante sus años de estudio del ciclo superior de interpretación en piano, participa en diversos concursos y seminarios, a través de los cuales integra conjuntos musicales diversos y también interpreta como solista junto a diferentes orquestas. El año 1975 ofrece su primer concierto solista junto a la Orquesta Sinfónica de Chile tocando Mozart. También participa en un seminario de perfeccionamiento en piano realizado en la ciudad de Concepción por el profesor y director Kurt Bauer con el auspicio del Goethe-Institut Santiago. A raíz de este seminario es elegida para actuar como solista junto a la Orquesta Regional de Concepción. En enero de 1976 es seleccionada en el “Concurso de Jóvenes Valores”, organizado por la Corporación Cultural de la Municipalidad de Santiago para actuar como solista con la Orquesta Filarmónica de Chile, con la que vuelve a actuar el año 1980 en el Ciclo Integral de los Conciertos para Piano y Orquesta de L. van Beethoven. En agosto de 1976 obtiene el primer lugar en el concurso para Jóvenes Instrumentistas organizado por la Universidad de Chile, por lo que actúa como solista en conjunto con la Orquesta Sinfónica de Chile. En 1978 obtiene el primer lugar en el concurso “Franz Schubert”, organizado por el Goethe-Institut y la Corporación Amigos del Arte y ese mismo año participa como solista en uno de los recitales del ciclo “Jóvenes Instrumentistas”.
Luego de un concierto de música de cámara con obras de J. Haydn, Mozart y Beethoven realizado el año 1978 en conjunto con la violinista Frida Ansaldi y el cellista Carlos Dourthé, los tres intérpretes crean un trio de cámara conocido como Trio Joven o Trio Juventud, que a comienzos de 1979 recibe un premio de la Agrupación Beethoven consistente en una beca anual, con el principal objetivo de difundir la música docta por todo Chile, aportando a la integración social y al desarrollo de la cultura. Entre 1979 y 1982, el trio participa en los Conciertos Itinerantes del Ministerio de Educación e inaugura la temporada del ciclo “Música y Diálogo” organizado por la Agrupación Beethoven. Además, por intermedio de esta misma institución, la pianista es invitada a participar en un Seminario de Interpretación para jóvenes pianistas latinoamericanos, organizado por el Mozarteum Argentino y a cargo del profesor Enrique Barenboim.
Cabe destacar que aproximadamente desde el año 1976 en invitada a participar en diferentes conciertos organizados por la Corporación de Amigos del Arte, la que tiene como objetivo organizar, impulsar y difundir actividades culturales y artísticas, colaborando a su vez con el Goethe-Institut. Así, en 1976 participa en el ciclo de cuatro conciertos llamados “Instrumentistas Jóvenes”, en 1979 en el “Ciclo Integral” de las Sonatas para piano de Mozart y en el Primer Encuentro de Arte Joven con obras de Eduardo Cáceres. En 1980 nuevamente participa con obras de Cáceres en el Segundo Encuentro de Arte. En 1981 obtiene una beca por parte de la Corporación Amigos del Arte, lo que le permite tener mayor tiempo de perfeccionamiento en el piano y participar en diferentes conciertos, concursos y actividades. En enero de este año actúa como solista en un recital organizado por la Escuela Moderna de Música con obras de compositores chilenos contemporáneos. En abril nuevamente participa como solista en el ciclo de conciertos organizado por el Instituto Chileno-Británico de Cultura, realizado en la Biblioteca Nacional con obras de compositores modernos chilenos y británicos. También en 1981 realiza nueve grabaciones de programas para televisión de la Universidad Católica de Valparaíso, con conciertos solistas y de cámara. Este programa, dirigido por Jaime Donoso, llevó por nombre “Preludio” y fue transmitido ese mismo año en la franja cultural del canal UCV. Durante julio participa en el ciclo “Jóvenes Intérpretes”, organizado por la Corporación de Amigos del Arte, la Corporación Cultural del Teatro Municipal de Santiago y el Departamento de Extensión de la Biblioteca Nacional, en conjunto con el violinista Juan Sebastián Leiva, con obras de G. F. Haendel, Mozart, V. Thomson y Beethoven. Finalmente, en diciembre de 1981 clausura la temporada de extensión cultural del Instituto Chileno Británico.
Durante este activo período fue invitada como profesora de piano en el Colegio Giordano Bruno. Sin embargo, la pianista no acepta el puesto debido a que obtiene la beca DAAD otorgada por el gobierno de Alemania Federal, por lo que en 1983 viaja junto al compositor chileno Eduardo Cáceres, su pareja de aquel entonces, para realizar estudios de postgrado en piano en la Hochschule für Musik und Tanz de Colonia. Durante su estadía estudia y perfecciona el repertorio clásico-romántico y participa en diferentes conciertos, entre ellos un “Ciclo Brahms” en el cual fue asesorada por el cuarteto Amadeus. A la vez, junto con Cáceres organiza conciertos de música contemporánea, lo que les permitió establecer conexiones entre compositores e intérpretes alemanes y chilenos, lo que más tarde los ayudaría a la creación de un nuevo proyecto.
Cuando Cecilia Plaza y Eduardo Cáceres regresan a Chile el año 1984, animan la creación de la Agrupación Musical Anacrusa en conjunto con un gran grupo de músicos, entre los cuales se cuenta a los compositores Cirilo Vila, Guillermo Rifo y Cecilia Cordero, los intérpretes Rodrigo Díaz, Clara Jury y Pedro Sierra, y los musicólogos Rodrigo Torres, Juan Pablo González y Carmen Peña, entre otros. El principal objetivo de esta agrupación fue fomentar la composición y difusión de música contemporánea chilena y latinoamericana mediante la organización de festivales, encuentros, cursos y talleres de interpretación, composición e investigación. Dentro de la agrupación, Cecilia Plaza tuvo un rol destacado no solamente como intérprete en gran parte de los conciertos, en los que sobresale por su experiencia en la interpretación del repertorio contemporáneo, sino también como gestora y organizadora. Ya que desde los inicios de su carrera participó en las actividades del Goethe-Institut, logró establecer redes y contactos que permitieron que esta institución brindara su apoyo y facilitara sus espacios. A su vez, logra motivar la composición de obras contemporáneas interpretando y estrenando numerosas obras, varias de las cuales fueron dedicadas a ella, siendo muchas de estas de gran exigencia técnica. Cabe destacar también su participación como profesora en diferentes talleres, charlas, conferencias y cursos de piano enfocados a la música contemporánea organizados por Anacrusa. Su última participación en la Agrupación Musical Anacrusa se realizó el año 1992 durante el Cuarto Encuentro de música contemporánea en la ciudad de La Serena, instancia donde realiza un curso de interpretación en piano a lo largo del cual se estudiaron y aplicaron en la práctica conceptos fundamentales de las tendencias europeas y latinoamericanas contemporáneas desde el aspecto estilístico, gráfico y estético.
Además de lo ya mencionado, tras su regreso a Chile acepta el cargo de profesora de piano del Colegio Giordano Bruno y a través de esta experiencia adquiriere sus primeros conocimientos de la antroposofía y la pedagogía Waldorf. Además, entre los años 1984 y 1987 participa diversos conciertos, actividades de extensión y proyectos, invitada por la Embajada de Austria, la Embajada de Alemania y la Corporación Arrau, entre otras instituciones, destacando su actuación como solista en un concierto de celebración de los 25 años del Convenio de intercambio cultural entre Chile y Alemania. Junto con esto, participa en ciclos con música de R. Schuman y F. Chopin en el Teatro Municipal de Santiago, lugar en el cual, el año 1985, inaugura la temporada de conciertos de mediodía. Con motivo de la celebración del Año de la Juventud en 1985, es invitada a participar en dos programas de música propiciados por el canal 11 de televisión de la Universidad de Chile. Ese mismo año es invitada a integrar un equipo de musicólogos, compositores e intérpretes para realizar un Concierto Homenaje al compositor Alban Berg.
Durante 1986, es invitada por el Instituto de Música de la Universidad Católica a interpretar un Concierto para piano y orquesta de W. Mozart en el Teatro Municipal de Santiago. También es invitada por la Facultad de Artes de la Universidad de Chile para realizar un concierto con obras contemporáneas de compositores chilenos y latinoamericanos, el cual es transmitido y difundido por diferentes radios del país. El mismo año rinde homenaje a Franz Liszt en los 100 años de su muerte, realizando dos conciertos que contaron con el apoyo del Goethe-Institut de Santiago, la Asociación Nacional de Compositores, la Agrupación Anacrusa y la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. En este homenaje se estrenaron cinco obras de compositores chilenos creadas por encargo de la pianista. Finalmente, en diciembre de 1986 clausura la temporada de conciertos del British Council en el Teatro Municipal de Santiago.
En 1987 Cecilia Plaza participa en la temporada de pianistas organizada por la Corporación Cultural de Santiago y el Teatro Municipal. Además, durante este año recibe invitaciones de diferentes universidades de todo el país para realizar conciertos con obras pianísticas del siglo XX, difundiendo las creaciones de compositores chilenos y latinoamericanos. En julio de ese año participa como solista en la Primera Temporada de Música de Cámara de la Corporación Cultural de Las Condes, y en agosto clausura el ciclo del programa “El Pianista Virtuoso”, producido por el canal 4 de televisión de la Universidad Católica de Valparaíso, donde vuelve a interpretar obras de compositores chilenos. También destaca su participación en la temporada oficial de Música de Cámara organizada por la Universidad Católica y el Quinteto Pro-Arte. Durante noviembre, la Universidad de Concepción en conjunto con la Orquesta Regional invita a la pianista a inaugurar la Temporada de primavera, donde es dirigida por el director peruano J. C. Santos. Ese mismo mes es invitada por el Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile a participar en la Primera Temporada de Primavera realizado en el Teatro Baquedano.
A finales de 1987 Cecilia Plaza vuelve a viajar a Alemania con una beca del DAAD para realizar estudios de perfeccionamiento en piano en la Hochschule für Musik und Tanz de Colonia, esta vez profundizando en la música contemporánea europea con el profesor y pianista Aloys Kontarsky. Durante ese viaje realiza conciertos y talleres en diferentes ciudades de Alemania, incorporando la interpretación de obras contemporáneas chilenas y latinoamericanas. Además, es invitada a participar en una coproducción entre dos radios alemanas, de Frankurt y Colonia, con obras de compositores argentinos, uruguayos y chilenos, grabación que fue difundida en las ciudades de Bremen, Hannover, Hamburgo, Colonia y Frankfurt. También realiza el concierto “Retrato de la pianista chilena: Cecilia Plaza Schuller”, organizado por la Sociedad Internacional para la Música Contemporánea (SIMC), ofreciendo un programa obras europeas y latinoamericanas. Retorna a Chile en 1988 y realiza conciertos como solista en las ciudades de Temuco, Concepción, La Serena, Valparaíso, Viña del Mar y Santiago. Además, es invitada a realizar conciertos y cursos de interpretación pianística en Argentina, Uruguay y Paraguay, todo esto enfocado en música contemporánea tanto europea como latinoamericana.
A finales de la década de 1980, Cecilia Plaza disminuye su participación en conciertos, debido a un daño en un túnel carpiano de sus manos, a lo que se suma su interés por ahondar en otras ramas de la música, que la llevan a abrirse camino en otros campos. Los años 1988 y 1989 realiza el seminario pedagógico de antroposofía en la Sociedad Antroposófica de Chile para obtener formación como pedagoga. Así, en el año 1990 comienza a trabajar en el Colegio Miguel Arcángel, en el cual aplica el sistema Waldorf y la pedagogía antroposófica para niños con necesidades educativas especiales. Alrededor de 1991 comienza a trabajar con Claudio Rauch – el fundador de la antroposofía en Chile – en el campo musical, con quien organiza su último concierto público en la Corporación Cultural de la Reina y en la Biblioteca Nacional con obras del compositor Andrés Alcalde, además de Mozart y Beethoven. En este periodo de su vida comienza a interesarse por la musicoterapia, por lo que postula y obtiene nuevamente la beca del DAAD, viajando a Alemania el año 1993 para estudiar musicoterapia en un instituto de Berlín ligado a la antroposofía. En 1994 debe volver a Chile, por lo que sus estudios quedan inconclusos.
Cuando regresa a Chile en 1994 conoce al escultor chileno Jaime Antúnez (1923-2010), con quien trabaja la greda con el fin de mejorar la salud de sus manos, estableciendo una íntima y profunda relación. Al mismo tiempo retoma las clases con Carlos Botto, esta vez de composición y compone diversas obras. Algunas de sus composiciones fueron estrenadas por Carmen Luisa Letelier (contralto) y Elvira Savi (pianista), y también por el cellista Celso López, quien interpreta su obra Crisol para cello solo. Entre 1995 y 1996 se opera sus manos, por lo que puede retomar el piano, si bien a un nivel menos exigente. Hoy en día continúa realizando presentaciones de piano en el Colegio Miguel Arcángel y junto a un colega “de aquellos tiempos” profundiza en su instrumento el cultivo de tan majestuoso arte.